ESTRENO - 15.09.1962 - TEATRO PRINCIPAL
El Principal inauguró su temporada cinematográfica con un buen estreno : "PIJAMA PARA DOS", una divertida comedia en la que Delbert Mann, su director, siguiendo la línea característica de ese género americano, extrae de la sátira el humor al presentarnos las aventuras profesional-sentimentales de dos agentes de publicidad rivales.
El lucha por la consecución de una exclusiva valiéndose de las más ingeniosas argucias. Ella, poniendo en la competencia su mejor buena fe. Y el triunfo de él será a la postre el triunfo de ella.
"PIJAMA PARA DOS" tiene en algunos momentos el desenfado de un "vaudeville" francés, aunque sin abusar de la salsa picante. Su trama es ingeniosa, rebosante de efectos cómicos que prenden la risa en la sala. Y además está estupendamente interpretada por Rock Hudson, Doris Day y Tony Randall en los papeles estelares. Una ambientación lujosa y una buena foto en Eastmancolor completan las calidades de este film que podemos calificar de "taquillero" (PEPPINO) (TRAILER)
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El rotundo éxito alcanzado por aquella divertida comedia que se titulaba "CONFIDENCIAS DE MEDIA NOCHE" y que tenía por intérpretes a Rock Hudson, Doris Day y Tony Randall , ha animado a los productores a repetir con idéntico trío de protagonistas, otra cinta similar a aquella en género y tratamiento. Es un argumento sencillo, basado en una confusión de personalidad, pero que ha sido aderezado con la sal y mostaza que Hollywood sabe poner en esta clase de películas. Y desde que se inicia la acción hay un derroche de ingeniosos "gags", de situaciones de fino e intencionado humor salpicado por un diálogo muy ocurrente y al que tampoco falta la dosis de picardía precisa para hacer estallar la carcajada. Sobra decir que tratándose de una comedia que se desenvuelve en interiores neoyorkinos, se ha cuidado con auténtico esmero la parte de decoración presentada con verdadero lujo y buen gusto, en el que cabe incluir la colección de elegantísimas "toilettes" que luce Doris Day. Delbert Mann, se apunta un buen éxito como director de cine ligero imprimiéndole un ritmo casi, casi vertiginoso, de forma que el espectador no tenga tiempo de reflexionar sobre las numerosas inverosimilitudes en que incurre la película.
En lo que a interpretación respecta, acaso no sea preciso señalar que el trío anteriormente citado renueva su gran éxito anterior. Doris Day una de las personales, encantadoras y expresivas actrices norteamericanas, el apuesto Rock Hudson y el notable actor que es Tony Randall, dan una lección de soltura y naturalidad ante las cámaras con la eficaz colaboración de Eddie Adams, Jack Kruschen y el veterano Jack Oskie. (VIDAURRE)
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